miércoles, 14 de abril de 2010

ASÍ SE NOS FUE EL LEZAMA

El Lezama espera…. y desespera….

Su arboleda, que no tiene recambio, en su mayoría ejemplares de más de cien años, declina lentamente, aquejada por pestes de todo tipo.
No es cortando ramas ya secas y sacándoles restos como se podrá preservar lo que queda.
Difícil que en los tiempos que corren aparezca otro Lezama trayendo ejemplares exóticos de todos el mundo para hacer lo que fue “el parque más bello de Buenos Aires”



El 50% del parque es tierra pelada, triste remedo de un potrero cualquiera…





Cualquier lluvia origina que, sin contención alguna, la tierra se deslice a los caminos peatonales y los convierta en lodazales. Eso, en los canteros. En las barrancas, lentamente se van descalzando los árboles…


Gracioso -si no fuera patético- intento de solucionar el desastroso estado del monumento a la Cordialidad Internacional. Tres maderas cruzadas pretendiendo ¿contener? una mole de varias toneladas de peso (ver último archivo)
Hasta ahora, el único ente que estoy segura ha tomado parte en este oprobioso hecho que dio cuenta de un monumento regalo del país hermano de Uruguay (que no creo se sienta muy halagado por el cuidado que se le dispensa) es la Guardia de Auxilio.
Según el informe que se me remitiera, quedémonos tranquilos que no se va a venir abajo y un día de estos merecerá otra atención.


lunes, 12 de abril de 2010

MONUMENTO DE LOS URUGUAYOS

MONUMENTO A LA CORDIALIDAD INTERNACIONAL

De resultas de una denuncia por riesgo inminente de caída de una parte de la base se ha efectuado una ¿intervención? en el Monumento a la Cordialidad Internacional , parque Lezama sobre Avda. Martín García.
La verdad, a pesar de saber porque nos lo dijeron en noviembre, de la cantidad de filtraciones que tiene producto del robo de las placas de bronce de la base y que provocaban la escora del monumento, no me imaginaba que eran de esta cuantía. Ninguna duda que se puede caer un pedazo de la base en cualquier momento...
Envío varias fotos donde claramente se pueden ver las grietas producto de las filtraciones en cuestión. Obviamente que Espacio Público tiene que saber de que se trata, el programa de puesta en valor depende de ese ministerio y no imagino tomaran esta resolución sin que los responsables lo sepan.
Vamos a seguir peleando por nuestro patrimonio, que incluye el parque y miles de cosas más. Si retrocedemos estaremos con las manos vacías en poco tiempo.
Tristísimo. Y repetido una vez y otra y otra.
Tiene un nombre: desprecio por el patrimonio de nuestra ciudad.
A menos que creamos que tal patrimonio lo constituyen las torres de treinta pisos.....

Graciela Fernández
















CATASTRÓFICO ESTADO DEL MONUMENTO A LA CORDIALIDAD

ABA, Junio 22 de 2009

Las que suscriben, Graciela M. Fernández y Ana Charrelli, en su carácter de Presidenta y Secretaria, respectivamente, de la Asociación Civil MIRADOR DEL LEZAMA se dirigen a esta Defensoría para solicitar su intervención frente a un hecho ocurrido el 1.4 ppdo. en el parque Lezama entendiendo que la gravedad del mismo amerita su intervención frente a la previsibilidad de consecuencias desgraciadas de no tomarse prontas medidas.
El monumento a la Cordialidad Internacional – más conocido como monumento de los uruguayos – ubicado en el Parque Lezama está en proceso de destrucción, riesgo de derrumbe y en inminente situación de caída, si las autoridades no intervienen para evitarlo.
Las 45 toneladas de acero, bronce y mampostería que conforman su estructura, se han ido deteriorando producto de la desidia y el abandono al que han sido sometidos por parte de las autoridades de este y anteriores gobiernos, como por parte de otros organismos que deben custodiar nuestros bienes patrimoniales.
El monumento ha perdido parte de su estructura de bronce, que protege los laterales de mampostería que garantizan sus sustentabilidad. Las acciones de los organismos técnicos de la administración se han limitado a la limpieza de los escombros y acopio de sus partes en el MOA, pero sin tomar resoluciones de fondo sobre una estructura que mide más de 15 metros de alto.
El monumento se encuentra situado en medio de un parque que convoca a miles de personas, especialmente en los fines de semana. La inclinación que marca su “torreta principal” nos demuestra que los riesgos que se avecinan sobre las personas que se encuentren en su proximidad pueden ser inminentes.
Los reclamos han sido reiterados. Y las abajo firmantes sabemos que entre los distintos organismos se han estado haciendo reclamos sobre la peligrosidad de una posible caída del monumento. Pero ninguno de los organismos pertinentes actúa en relación a la gravedad del tema.
Tenemos una clara percepción que: el ida y vuelta de “notas” y “memorandum” entre los distintos organismos del gobierno de la ciudad, obedecen solamente a la idea de estar protegidos judicial y administrativamente ante la eventualidad de males mayores. Esos males mayores pueden ser – con mucha probabilidad – la caída del monumento.
Nuestros reiterados pedidos de solución han recibido siempre una misma respuesta: “Lo está tramitando el departamento …”. Es por eso que apelamos a la intervención de esta Defensoría.
La apelación tiene como objetivo que su intervención evite la dilapidación de una parte de nuestro patrimonio, pero por otro lado evitar una muerte segura de alguna persona que, en su distracción, pueda estar paseando por el lugar.
Cabe recordar a ese organismo que en reiteradas oportunidades han caído en el parque dos olmos centenarios, un brazo de un ombú y varios trozos del Ficus de la India por absoluta falta de su mantenimiento, sin que hasta ahora haya ocurrido una desgracia. Es recordando hechos lamentables como la caída de una escultura en el Paseo de la Infanta, que costó la vida de una niña, que efectuamos este reclamo para evitar que lleguemos a esas circunstancias.
Saludamos a Uds. atentamente,
GRACIELA M. FERNANDEZ ANA CHARRELLI

NOTAS DE PRENSA

Sociedad Domingo, 14 de Diciembre de 2008

PROGRAMA DE PUESTA EN VALOR DEL PARQUE LEZAMA

LA RECUPERACION DEL UNICO ESPACIO VERDE DE SAN TELMO INCLUYE SU ENREJADO PERIMETRAL

El futuro del Parque Lezama está en su historia

La obra se iniciará en 2009 y recuperará la fisonomía del parque en los años ’30, pero le agregará juegos y un solarium. Estará enrejado y habrá cámaras de seguridad.



Arriba, el Parque Lezama desde la esquina de Brasil y Defensa. Abajo, cómo quedará tras la remodelación.
Por Eduardo Videla
El Parque Lezama, emblema de San Telmo y monumento histórico nacional, tendrá una nueva imagen, similar a la que vieron algunos porteños hace más de siete décadas –en los tiempos de esplendor de ese espacio verde– pero con nuevos elementos, adecuados a los usos actuales. Recuperación de fuentes –una de ellas tapada con cemento– y de caminos internos cuyo trazado se perdió en sucesivas reformas; el reemplazo del asfalto negro y el cemento por la grava compactada y el retorno a menor escala de la antigua rosaleda –de la que los vecinos con más años conservan algunas fotos–, van a convivir con los nuevos juegos, diseñados para niños y adultos mayores, un solarium y una bicisenda exterior, todo coronado por un perímetro de rejas a semejanza de la que el parque tuvo en su origen en 1931. El proyecto contempla también un sistema de cámaras de seguridad para monitorear cada área mediante un circuito cerrado. El proyecto fue presentado la semana pasada a asociaciones vecinales, que manifestaron su aprobación. “Están muy entusiasmados con la propuesta”, dijo a Página/12 el director de Proyectos de Espacios Verdes, Tomás Palastanga. La licitación está prevista para la segunda mitad de 2009 y el plazo de ejecución se estima en 18 meses. Al menos su primera etapa, se estima, debería estar terminada para la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo.
El Parque Lezama, casi ocho hectáreas ubicadas en el perímetro de Brasil, Defensa, Martín García y Paseo Colón, es uno de los espacios verdes degradados de la ciudad. La necesidad de una intervención para su recuperación, sumada a su condición de monumento histórico nacional (esa barranca, se estima, habría sido escenario de la primera fundación de Buenos Aires) hicieron que no se optara por una simple remodelación o por el diseño de un nuevo proyecto: los responsables del trabajo encararon una verdadera investigación histórica y arqueológica, que incluyó desde excavaciones en busca de los antiguos recorridos internos y de rastros de los materiales utilizados, hasta el hallazgo de los planos de los sucesivos diseños, incluido el que dibujó Carlos Thays –el paisajista francés autor de los espacios verdes más emblemáticos de la ciudad– en 1904.
Por eso, la memoria del proyecto –a la que accedió Página/12– incluye un verdadero archivo de fotos periodísticas de distintas épocas con un relato histórico visual de la vida del parque. Allí puede verse la reja original, instalada en parte por quien fue el dueño de ese espacio en los primeros tiempos de la ciudad, el empresario y coleccionista salteño Gregorio Lezama. Otras imágenes dan cuenta de la remoción de la reja, en 1931.
Lezama y su familia vivían en la casona que hoy es sede del Museo Histórico Nacional, en los altos del parque, que en esos tiempos eran los jardines de la vivienda. Cuando el dueño de casa falleció, en 1894, su esposa vendió la propiedad al Estado, que lo transformó en un parque público: para eso decidió sumar la barranca y los terrenos bajos, que por entonces era una suerte de pradera no parquizada.
Fue así como en el momento de apogeo del parque –al menos en la visión de los autores del proyecto– se sumaban en el diseño dos estilos: por un lado, los jardines de la casona de Lezama, de estilo inglés –construidos por su jardinero, un hombre de origen holandés– y el sector nuevo, que fue pensado por Thays, que incluyó la mencionada rosaleda y una extensa pérgola, sobre la calle Martín García.
El trabajo de recuperación del parque, a cargo de la ciudad, tiene un punto en común con la administración nacional: va de la mano con el proyecto de ampliación del Museo Histórico, que hoy carece de espacio para exhibir buena parte de su colección. “Por eso el proyecto se hizo en consulta con las autoridades del museo, además de la Comisión Nacional de Monumentos Históricos”, precisó Palastanga. El Lezama es desde 1997 monumento histórico nacional y no se le puede hace ninguna modificación a su fisonomía sin el visto bueno de esa comisión.
El trabajo de investigación, a cargo de la arquitecta Ana María Ricciardi, incluyó “la identificación, a través de fotografías de época, de las distintas especies de plantas que habían sido traídas desde Europa por Lezama, así como un relevamiento de las obras artísticas existentes”, explicó Ri-cciardi. También se calculó la altura y el ancho de la copa de cada árbol del parque.
Este trabajo permitió recuperar información relevante, aunque no toda va a ser utilizada en la reconstrucción. Por ejemplo, no estará la elegante confitería que construyó Thays en el centro del parque, a semejanza de la que edificó en el parque Tres de Febrero. Pero sí podrán rescatarse los grutescos, como se denomina a las barandas con forma de troncos, pero de cemento, que acompañaban los senderos del parque y los miradores situados en el sector alto, que fueron reemplazados por construcciones de otro estilo.
El archivo y los testimonios permitieron recuperar también parte de la historia del parque, como que fue escenario de festejos de fin de año y de los carnavales para el vecindario de San Telmo, un barrio que es la patria del candombe porteño. Todo ese patrimonio intangible estará reunido en un centro de interpretación, debajo de la terraza que comunica el parque con el museo. Allí también estará el centro de monitoreo desde donde se seguirán las imágenes generadas por las cámaras de seguridad.
Arriba, el patio tendrá un nuevo solado, de ladrillo prensado a máquina, como fue en su origen, y será apto para realizar muestras artísticas.
“El parque está ubicado en un sitio estratégico, que comunica con la Costanera Sur y el barrio de La Boca, y además es cabecera en el eje de la calle Defensa , que comunica con Plaza de Mayo”, destaca la arquitecta Ricciardi. Esa es una de las razones por las cuales se incorporará a un circuito de bicisenda en comunicación con la Reserva Ecológica y Caminito, pero que no ingresará al parque.
“El desafío del proyecto es armonizar los elementos que fueron emblemáticos para el parque con los nuevos usos: juegos para niños, integradores para chicos con otras capacidades, la calesita existente, un rincón de títeres y un solarium”, agrega la encargada del proyecto.
Los caminos internos, que en su origen fueron realizados con grava de río apisonada y hoy están sepultados o cubiertos de asfalto, van a recuperar su fisonomía original, salvo en la llamada Avenida de las Palmeras, de mayor tránsito, donde se instalarán los puestos para artesanos: allí el piso será de un concreto asfáltico biodegradable, un producto nuevo en el mercado que tiene aglutinantes sin solventes.
Como los caminos de grava no se adaptan al alto tránsito ni a usos exigentes, los autores del proyecto piensan prohibir la utilización de tablas de skate.
Los trabajos de recuperación demandarán 18 meses a partir del comienzo de la obra, previsto para el último trimestre de 2009. Como la idea es no cerrar el parque mientras se llevan a cabo los trabajos, se prevén tres etapas: la primera, en el sector de Brasil y Paseo Colón; la segunda, en el sector central, y la última, en la zona que da a la avenida Martín García.
La primera incluye la recuperación del anfiteatro, con su fuente (hoy desactivada) y el retorno de la reja y los portales, “que serán semejantes pero no una copia de los originales”, según Ricciardi, y que estarán emplazadas sobre una base de cemento de 70 centímetros . Aunque parece ser la propuesta más controvertida del proyecto –en algunos barrios los vecinos no quieren que enrejen sus parque– en este caso “apoyan la propuesta, ya que garantiza el cuidado del patrimonio”. La última etapa, en tanto, comprende la construcción de la rosaleda, la pérgola, los juegos y el solarium.
Durante las tres etapas se llevará a cabo la restauración de estatuas, copones y monumentos –algunos están enrejados, otros guardados en un depósito– y la recuperación de especies arbóreas, aunque “sería imposible volver a tener la cantidad con la que contó el parque en su origen”, aclaran los autores del proyecto.

Ver nota en www.pagina12.com.ar


BUENOS AIRES HERALD


NOTAS SOBRE CARLOS THAYS

LA HISTORIA DEL FRANCES CARLOS THAYS, EL HOMBRE QUE DISEÑO EL VERDE DE LA CIUDAD


El paisajista de Buenos Aires

Un siglo atrás era un hombre que todos los porteños conocían; hoy no puede decirse lo mismo, aunque todos sigan disfrutando de su obra, desde el diseño de los parques y plazas hasta los árboles de cada calle. Esta semana abre un merecido homenaje al señor del jardín.
Por Soledad Vallejos













Plano a la acuarela de la plaza Colón firmado por Thays en 1892.
Se convirtió en el “jardinero mayor” de Buenos Aires cuando en la ciudad no había mucho más que una elite riquísima en proceso de afrancesamiento cultural, sectores populares que habitaban conventillos y casas precarias escondidas tras frentes de material. Al francés Carlos Thays le bastó el nombramiento en la Dirección de Parques y Paseos porteña para inventar el paisaje urbano que dio identidad a Buenos Aires hasta hoy: a sabiendas de que cada árbol tiene una época de floración diferente, aclimató jacarandás, tipas, lapachos y palos borrachos, y luego plantó 150 mil por toda la ciudad, de manera que siempre hubiera árboles floridos por las calles; dio las formas definitivas a Palermo, Parque Centenario, Plaza Lavalle, la Plaza Congreso , Barrio Parque, el Jardín Botánico y decenas de plazas de barrio. Ya que estaba, hizo lo propio por Mendoza, Salta, Mar del Plata, Tucumán, Paraná... En el medio, inventó el concepto de parque natural nacional cuando recién empezaba el siglo XX y nadie pensaba en preservar el entorno de las cataratas de Iguazú. ¿Algo más? Sí: a fuerza de testarudez, hizo posible la industrialización de la yerba mate. Y sin embargo, aun cuando su presencia sigue siendo constante, recién ahora la ciudad que ayudó a imaginar y concretar le rendirá un homenaje. Claro que la ocasión será, como su propio ímpetu jardineril, monumental: mil metros cuadrados del Centro Cultural Recoleta le serán dedicados desde el atardecer del miércoles 4 (y hasta el 6 de diciembre), cuando se inaugure “Carlos Thays, un jardinero francés en Buenos Aires”.


EL PAISAJE COTIDIANO


Para quien la habita, una ciudad bien puede ser una sucesión de espacios en los cuales se desarrolla su vida: en una calle quizás haya transcurrido su infancia, en un parque tal vez se reuniera en las primaveras con sus amigos, en una plaza puede haber descubierto horizontes insospechados, y así cada rincón. Pero quien la recorre y la tiene por mundo inmediato y propio nunca diría que esos lugares, esos ámbitos públicos que con el tiempo se transforman tanto como las personas, no tienen identidad. “Históricamente, se calcula que una generación son 30 años. Eso quiere decir que desde que Thays puso manos a la obra aquí hubo por lo menos cuatro o cinco generaciones. Hubo, de habitantes de la ciudad, aproximadamente, 10 o 15 millones que se fueron sucediendo en el tiempo. Buenos Aires tuvo una población más o menos estable de tres millones de habitantes promedio en estos 120 años: son personas que vivieron su vida signada por Thays y tal vez no lo saben, como posiblemente no lo sepan tampoco los habitantes de ciertos lugares del interior”, indica Sonia Berjman, doctora en Historia del Arte, especialista en historia urbana porteña y curadora (aunque lo más correcto, y aun así mezquino, sería decir alma mater) de la inminente exposición homenaje que llega, además de al comienzo del mes del jacarandá, cuando se cumplen tres aniversarios: 160 años del nacimiento de Thays, 120 de su radicación en Argentina y 75 de su muerte.
Todos esos números son la clave para leer la historia de un hombre que nació y se formó en Francia (aunque Berjman, en sus indagaciones por archivos, no dio con una sola institución que recuerde, en sus registros, haberlo tenido como alumno), se convirtió en mano derecha de Edouard André (el gran paisajista francés de fines del XIX), y no tuvo más remedio que venir en su lugar cuando, llegando 1888, Miguel Crisol quiso contratar a un jardinero refinado para inventar una urbanización elegante en Córdoba. Así llegó Thays a la Argentina (tras dejar una París que recién estrenaba la Torre Eiffel ), sin contar con que un par de años después la crisis del ’90 desbarataría los planes y truncaría el proyecto. De paso por Buenos Aires, mientras planeaba encaminarse de regreso a Francia, lo tentaron con la Dirección de Parques y Paseos Públicos de la ciudad. Explicó que sólo lo haría si ganaba un concurso público, que a su pedido se realizó, y que él ganó con un proyecto completo de desarrollo paisajístico urbano (ver aparte). ¿Su plan? Convertir los bosques de Palermo en una suerte de Bois de Boulogne porteño (y lo logró: tan eficaz fue su intervención que, apenas concluyó su proyecto, el paseo por Palermo reemplazó a la Alameda como ocio favorito de la gente elegante, como señala Leandro Losada en Historia de las elites en la Argentina); poblar Buenos Aires de un sistema de pequeñas plazas barriales (que funcionaran para esparcimiento de los vecinos) y algunos grandes parques (que, además de convertirse en grandes puntos de encuentro, funcionaran de pulmones para la ciudad); no dejar calles sin árboles ni árboles sin flores. Hacer, de la ciudad, una suerte de jardín moderno.
Por todo eso insiste Berjman con que el homenaje a Thays puede servir para, además de recuperar parte del patrimonio urbano y nacional, comprender cómo se llega a este paisaje. “Es para que los vecinos de la ciudad de Buenos Aires se den cuenta de que viven en una ciudad que es así porque hace 120 años acá vivió un señor que se llamó Thays y que pensó cómo iba a ser la ciudad 120 años después. Porque lo que tiene el paisajismo, a diferencia de todas las otras artes, es la dimensión del tiempo: el paisajista tiene que tener una visión prospectiva del futuro y decir ‘a ver, estoy plantando un arbolito que tiene 30 centímetros , ¿cómo va a ser esto dentro de 20, 40, 60, 80, 100, 200 años?’ Los parques de Thays toda la vida han sido casi perfectos, porque él tuvo esa visión de cómo poner las plantas. ¿Qué recuerda de uno de los picaditos de la infancia? ¿Del noviazgo adolescente en una plaza? ¿Del jardín de la escuela? ¿De haber ido a tomar un helado al parque? Toda nuestra vida se desarrolla en torno de los parques. El jardín es el origen de la humanidad. Adán y Eva vivían en un jardín, en un paraíso del que los expulsaron. Entonces el ser humano tiene esa culpa original, rehace jardines para tratar de mitigarla.”

El señor del jardín
No lo homenajea ninguna calle, pero sí un parque (el de Figueroa Alcorta que, años atrás, albergó el Ital Park). Y sin embargo, aunque pareciera no formar parte más que de la pequeña historia urbana, se sabe de Thays que la adorable casita en medio del Jardín Botánico supo ser su hogar (como el Jardín Zoológico era, a la vez, el de su amigo Clemente Onelli), que vivió allí con su mujer, con sus hijos. Que estaba apegado a su trabajo, pero más todavía a sus plantas, a las que amaba con tanto fervor que no había persona en Buenos Aires que no supiera quién era. “Por donde quiera que descubre un lugar propicio, el buen maestro jardinero aparece para plantar algún vástago que más tarde será la alegría de los ojos”, apuntaba Georges Clemenceau en medio de los festejos del Centenario.
Thays y el tipo de mentalidad que ponía en juego no podrían haber existido en otro momento ni en otras condiciones: erudito, favorito de los ricos, que lo habían contratado, no por ello se limitó a generar lujos. “Trabajó para los estancieros, pero también para los obreros –señala Berjman–. El hizo también parques de estancias, jardines de residencias y demás, pero cuando venían unos vecinos del barrio tal y le decían ‘queremos la plaza’, él les hacía la plaza. Y si le pedían plantas y flores para una fiesta, ahí iba el carro de la municipalidad a regalar flores tanto para la fiesta de Villa Santa Rita como para la fiesta de la Recoleta. Y Thays plantó 150 mil árboles en la ciudad. La arboleda que tenemos hoy, que está a punto de morir porque tiene 120 años y está en su último período, fue la plantada por Thays y su hijo (Carlos Thays, también director de Parques y Paseos Públicos algunos años después de que su padre dejara el puesto, y hasta comienzos del primer peronismo). El fue también quien instauró el día del árbol, el 11 de septiembre: era un gran evento y los chicos de la primaria salían a plantar árboles en las plazas.”

EL ANGEL GERMINADOR
Además de no poder ver un espacio libre sin pensar en cómo volverlo verde, Thays había desarrollado una obsesión particular: la de lograr la germinación de la yerba mate, un secreto vegetal que habían logrado desarrollar los jesuitas (y luego Bonpland), pero que se había perdido con su expulsión. Vale decir que al comenzar el siglo XX en Argentina sólo se cosechaba yerba mate silvestre. “Entonces la señora de Thays hervía en unos tachos en el Botánico las semillas, probaron hasta encontrar cómo era el modo en que germinaban. Y gracias a eso el Ministerio de Agricultura distribuyó en toda la Mesopotamia el método para germinar la planta. Eso hizo posible que surgiera la industria yerbatera”, dice Berjman.
Y es que, más allá del descomunal desarrollo económico que eso permitió, la presencia de Cora Venturino, más conocida como “la señora de Thays”, fue tan importante como difícil parece ser hallar datos sobre ella. Berjman, que se sumerge en los archivos de la familia desde hace al menos 40 años, que tiene un libro sobre él editado (Carlos Thays: sus escritos sobre jardines y paisajes, ed. Ciudad Argentina) y otro en imprenta, que casi habla de él como si fuera un amigo cercano, apenas pudo rescatar unos datos sobre Cora. Se sabe que ella tenía 16 años y él 41 cuando se conocieron, “¡en una kermesse!”, que ella era de familia uruguaya y que “hicieron uno de esos matrimonios felices de toda la vida: ella iba a todos lados con él, él iba a plantar un parque, ella iba con él con una canasta con la merienda, ¡y después hacían lo mismo con los nenes! Ella lo acompañó hasta cuando fue a hacer el Parque Nacional Iguazú, a caballo, hasta las cataratas”. En la memoria de la familia Thays , agrega Berjman, Cora sobrevive como “una mujer extraordinaria y una pareja feliz: los hijos y nietos, todos recuerdan lo felices que eran ellos dos”. (Por cierto, es imposible ignorar que la familia Thays siempre ha tenido debilidad por dejar que los varones lleven Carlos como nombre de pila: Charles y Cora bautizaron así a uno de sus hijos, que a su vez tuvo un hijo Carlos, que por no desentonar tuvo un hijo Carlos; todos ellos han respetado tanto la tradición que dedicaron su vida profesional al paisajismo. Un hijo de Thays fue director de Parques y Paseos entre 1920 y 1945, y, entre otras cosas, implementó bibliotecas populares en las plazas).

EPÍLOGOS
Murió poco después de la agonía de la Belle Epoque que había ayudado a modelar en Argentina. Era 1934, corría la Década Infame , y una multitud acompañó el féretro en el camino hacia el cementerio de Chacarita. “La gente lo adoraba”, acota Berjman, y recuerda las fotos del cortejo que publicaron los diarios y algunos números: “Thays estuvo tanto tiempo como director de Paseos que durante el tiempo que él tuvo ese cargo (1891-1913), pasaron cinco presidentes y once intendentes. Al entierro, se ve en las fotos, asistieron obreros, estudiantes, funcionarios, gente fina entre comillas, ¡todo el mundo lo adoraba! Porque la gente se daba cuenta de cómo iba cambiando la ciudad. Nosotros , que ya somos la tercera o cuarta generación, que la recibimos así, no tenemos una idea de quién hizo las cosas”.

LA OPINIÓN DE LOS VECINOS

CARTAS SOBRE EL PARQUE DE ALGUNOS VECINOS

"Un Parque Lezama distante", 03-06-2006

Mis caminatas, casi diarias, al atardecer, ven un Parque Lezama tan distante del que alguna vez vi en un hermoso libro ilustrado con fotos de nuestra ciudad.
Mis ojos recorren hoy su espacio, y ven los famosos y esbeltos maceteros de piedra y las barandas de estilo que balconean las avenidas grafitadas, y en estado de abandono. Las farolas rotas, los bancos de madera despintados, los bebederos secos, los añosos árboles con sus canteros perimetrales destruidos. Todo deteriorado, tierra en lugar de césped. Después de las lluvias, los senderos cubiertos de barro por falta de canalizaciones se hacen intransitables. Garitas para policías de guardia vacías, golpeadas, casi inexistentes. Y ahora, por último, a la valiosa escultura "Loba romana" le roban las figuras de Rómulo y Remo. ¡Qué impotencia!
¿Cuándo harán algo las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la puesta en valor y el cuidado del Parque Lezama? Es una reliquia de la Ciudad. Y casi único por sus características topográficas, y por su historia.
Alberto Martínez.

Feria americana en el Lezama, 17-10-2004

Vivo en San Telmo y disfruto de la apacible belleza del Parque Lezama. Pero lamentablemente, en los últimos tiempos, los vecinos asistimos a su creciente y cruel deterioro; está descuidado y sucio. Dentro del parque instalaron, en sus senderos internos, puestos de venta de artículos usados, tipo feria americana.
¿No es posible buscar otros lugares en donde la gente pueda ejercer su derecho a trabajar sin arruinar los espacios de esparcimiento y recreación de quienes habitamos en el barrio?
¿No tiene ningún valor que los chicos usen las barrancas para tirarse con sus skates, y los adultos querramos simplemente caminar mirando los árboles?
Parece que estos "detalles" no le preocupa al nuevo Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Alma Gutman. almag@speedy.com.ar


"Ex parque Lezama", 05-12-1998


Señor Director:
"Le agradecería enormemente la publicación de esta carta, escrita en mi carácter de vecina del barrio de San Telmo y de amante del ex parque Lezama. Digo esto ya que «parque» significa «lugar cercado con árboles y plantas, para recreo, ornato, paseo, etcétera». El parque Lezama, que era un orgullo de esta ciudad, dejó de ser un parque hace mucho tiempo y en los últimos años se ha convertido en un lugar tristemente devastado, con canteros sin césped, con basura y suciedad a raudales. Sobre todo después de las lamentables «ferias americanas» de los fines de semana y de las multitudes de los domingos que no usan el parque, sino que abusan de él.
"En su libro «El momento clave», Malcolm Gladweel habla de «la teoría de las ventanas rotas» de los criminólogos Wilson y Kelly. Dice así: «Si se rompe una ventana y se deja sin arreglar, la gente que pase por delante deducirá que a nadie le importa el asunto y nadie se ocupa de arreglarla. Al poco tiempo aparecen más ventanas con los cristales rotos y enseguida el edificio afectado transmite cierta sensación de anarquía a toda la calle, con la consigna de que todo vale». Lo mismo ocurre con el ex parque Lezama.
"Si uno tira un papel, una botella de gaseosa o cerveza, restos de comida, trapos, al rato está otro que lo hace y otro, y otro, y el lugar se convierte en un basural, por esta ley del contagio que proviene del «a mí qué me importa». Por eso, al primero al que debería importarle esta situación, dando el ejemplo, es al gobierno de la ciudad que nos pide que tratemos con una sonrisa a los turistas, pero que no cuida uno de los lugares más transitados por éstos, permitiendo ferias americanas, que podrían hacerse perfectamente en otros sitios.
"Le pido al señor jefe de gobierno que se dé una vuelta un domingo al atardecer por el así llamado parque Lezama. Se lo pido de esta manera, públicamente, porque un día puse mi voto esperanzado con su nombre dentro de una urna. Y me siento completamente decepcionada."
Alina Diaconú DNI 5.290.436


Baños químicos en el Parque Lezama

En el Parque Lezama, espacio verde único por sus características topográficas y su historia, con recorridos enriquecidos por esculturas invalorables, importantes fuentes y arboles añosos, hace días aparecieron 20 baños químicos. Lo curioso es que no fueron instalados por el Gobierno de la Ciudad, consecuentemente no poseen ningún permiso ni autorización. A alguien se le ocurrió colocarlos y los colocó.
Son utilizados en forma permanente por paseantes e indigentes. El hecho de no contar con ningún mantenimiento hace insoportable pasar cerca por el olor que sale de ellos, cada día que pasa la situación contaminante se agrava.
¿Hasta cuando continuará, quien es el responsable, quien controla este descontrol?
Alberto Martínez.

NOTA DE CLARIN, 16 de marzo de 2010

CREADO POR THAYS EN LOS LIMITES DE SAN TELMO, BARRACAS Y LA BOCA

 
EL PARQUE LEZAMA ESTA EN CRISIS Y SE DETERIORA DIA A DIA
Invadido de puesteros y sin plan de recuperación. Es uno de los más bellos espacios verdes de la Ciudad y está en pleno abandono. Ocupado por 500 vendedores cada fin de semana, sufre la destrucción de sus monumentos y la su magnífico arbolado.
Por:
Silvia Gómez

Carlos Thays, el paisajista francés que a principios del siglo XX dejó su impronta en las plazas y el arbolado de la Ciudad , diseñó el Parque Lezama con la grandilocuencia de los paseos europeos: profusos árboles -con especies consideradas auténticas rarezas-, senderos serpenteantes, rincones bucólicos, una gran pérgola, fuentes, monumentos, un rosedal, escalinatas en pendiente y hasta un anfiteatro. Pero la belleza y el esplendor de aquel parque, hijo de un tiempo histórico de plenitud económica y despegue en el país, se derrumbó. Hoy, el Lezama conserva apenas los rasgos originales del diseño de Carlos Thays. Sin un plan de manejo y sin un presupuesto que atienda su importancia, la abundancia paisajística se fue deteriorando y aquella singularidad convive ahora con una feria que sábados, domingos y feriados alberga, al menos, a 500 puesteros de casi cualquier cosa.
A fines de 2008, la gestión de Mauricio Macri presentó un ambicioso proyecto para restaurar el parque, recuperar sus especies y dotarlo nuevamente de las rejas que alguna vez tuvo. Todo formaba parte de un master plan, cuya inauguración se formalizaría en mayo de 2010, para los festejos del Bicentenario. Las obras nunca empezaron y tampoco se formalizó el fideicomiso con que se iban a financiar. Pero lo más grave es que no existe la mínima intención de reflotar el proyecto. Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, de Diego Santilli, le respondieron a Clarín con un lacónico "se está evaluando la situación del parque".
La situación del Lezama está a la vista de los visitantes y especialmente de los vecinos, que sufren al ver su deterioro: "Tenemos miedo de que finalmente no se lo pueda recuperar y termine convertido en una feria, sin otro uso. A los árboles se les ven las raíces, los senderos internos están destruidos y el monumento que donó Uruguay (sobre la avenida Martín García ) se estropea día a día", se lamentó Graciela Fernández , que junto a otros vecinos del parque integra la agrupación Mirador del Lezama.
El ingeniero agrónomo Carlos Anaya ha realizado una exhaustiva investigación en el Lezama y comprende la preocupación de los vecinos: "Los canteros y las áreas parquizadas tienen la tierra muy compactada por el pisoteo constante. Esto genera un desgaste paulatino en los árboles porque reciben poco oxígeno y sus raíces mueren. Por otro lado, por la falta de un manejo integral de la flora, alguno árboles crecen de manera desmedida y sus copas comienzan a competir en busca del sol. Y sus frondosas copas le dan excesiva sombra a los canteros, por eso también hay muchos rincones húmedos y sin césped. Lo que quiero marcar es que un deterioro provoca otro", explicó el ingeniero.
Anaya destaca que el parque posee rarezas y curiosidades de alto valor patrimonial: arbustos de las familias de las magnolias, diferentes especies de araucarias, acacias y un gomero histórico pero muy dañado, junto al Museo Histórico Nacional. "Sin un plan de manejo integral, el paso del tiempo seguirá erosionando la pendiente del parque y trayendo plagas y enfermedades", se lamentó.
El parque está asentado en lo que fue la quinta de la familia Lezama. Al morir Don Gregorio Lezama, en 1889, su viuda cede la residencia a la Municipalidad y allí se instala el Museo Histórico. Y Thays queda a cargo de hacer del parque un paseo público: "Además de lo que se mantiene en pie, hubo también una confitería. Era un parque modelo al estilo francés que admite muy pocos usos además de la contemplación y las caminatas. En el parque Lezama se ha combinado la inacción de las autoridades con la usurpación de feriantes que creen que es sólo de ellos. Aún se puede recuperar, pero si se tarda mucho asistiremos a su funeral y no a su renacimiento", opinó la historiadora Sonia Berjman , experta en el legado de Thays y asesora de la restauración que se llevó a cabo en el Rosedal.
Al escenario se suma el vandalismo: bancos, bebederos, calles, veredas y monumentos destruidos y pintados. Un cóctel que complica la recuperación del bello paseo.











POR QUÉ SE CONSTITUYÓ MIRADOR LEZAMA

EL PARQUE LEZAMA VA CAMINO DE SER UN TERRENO BALDIO

La situación en la que se encuentra el Parque Lezama es la viva demostración de cómo una serie de administraciones de distinto signo se han puesto de acuerdo, sin aparente coordinación, para transformar este jardín de la ciudad en un terreno baldío. La técnica parece ser la misma que se utilizó con las empresas públicas que luego se privatizaron: dejarlas morir para luego argumentar que ya no hay solución.

En el mes de mayo del año 2005, un grupo de doce vecinos presentó un recurso de amparo con la peregrina idea de obligar al gobierno de la ciudad a reconstituir el parque, sacarlo del estado de abandono que ostentaba y procurar una necesaria puesta en valor. El 12 de diciembre de 2005 el juez Hugo Ricardo Zuleta, a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario nº 10 falló a favor de los amparistas en la causa que lleva el número 16839/0 caratulada “ Fernández Graciela c/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires/amparo" (Secretaría 19). Y el 12 de junio del año 2006 una sentencia de cámara ratificó el fallo de primera instancia.

La sentencia judicial no pedía cosas extraordinarias. Les recordaba a las autoridades los artículos 26, 27 y 104 de la Constitución de la Ciudad, por las que están obligados a velar por el buen estado y mejor uso de los espacios públicos y verdes. Les recordaba, además, que el Parque Lezama es Monumento Histórico Nacional, que está dentro del Área de Protección Histórica Nº 1 y que está comprendido dentro de los postulados que esgrime la Ley de Patrimonio de la ciudad.

A tal efecto dice el fallo: “En relación con las condiciones en las que se encuentra el Parque Lezama, encuentro oportuno remitirme -en honor a la brevedad- al escenario detallado en el acta que luce a fs.255/261, en la que este Tribunal ha dejado constancia del aspecto del predio y sus alrededores. Conforme lo allí expuesto, es claro el estado de abandono del predio.”

El amparo tiene en la actualidad más de 2.000 fojas. No porque fuera necesario presentar demasiadas pruebas sobre el estado de deterioro y abandono en que se encontraba y encuentra, sino por la cantidad de recursos que presentaron las administraciones de Ibarra, Telerman y Macri para impedir el cumplimiento de la sentencia.

En vista de los hechos y ante la falta total de interés por cumplir el fallo, el 28 de octubre de 2008 el juez resolvió enviar una orden de embargo al Director de Recursos Humanos del Gobierno de la Ciudad que dice: “Tengo el agrado de dirigirme a usted en los autos caratulados 16839/0 “ Fernández Graciela c/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires/amparo (Art. 14 CCABA) en trámite por ante el Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario número 10, a mi cargo Secretaría 19, (…) a efectos de informarle que se ordenó trabar embargo sobre los salarios que mensualmente percibe el Sr. Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ( …) que se fija provisionalmente para responder a intereses y costas, correspondientes a la aplicación de la multa diaria impuesta (…)”.

La cifra en cuestión hoy asciende a poco más de 80.000 pesos y representa apenas una parte de dicha sanción, en tanto que el gobierno sigue haciendo oídos sordos al cumplimiento del fallo.

Es verdad que la actual administración, a través de la Dirección General de Política y Desarrollo del Espacio Público, dependiente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, ha elaborado un acabado plan de recuperación y puesta en valor del parque que – más allá de disquisiciones técnicas – no se trata de una improvisación. Pero también es verdad que dicho plan duerme “el sueño de los justos”. A tenor de los hechos, parece claro que la decisión del gobierno es: “mejor pagar la multa antes que hacer las obras”.

En el mes de enero de 2009, un año después de haber hecho un nuevo reclamo sobre el estado del parque con la presentación de más de 2.000 firmas de vecinos, la Dirección General de Espacios Verdes contestó que el parque se encontraba en perfecto estado de mantenimiento. Y ante el mismo requerimiento, un año y medio después la Vicejefatura de Gobierno – a cargo de Gabriela Michetti en ese momento – contestó con igual respuesta que la anterior. Por lo que se ve, hay una diferencia de apreciación entre lo que observa el gobierno y lo que ven los vecinos y el juzgado.

Al día de hoy y en una breve síntesis, se pueden destacar los siguientes hechos sobre el estado del parque:

1. Absoluta falta de atención para la arboleda, llena de plagas de distinto nombre. Los expertos explican cual es la peste en cuestión y eso simplemente queda plasmado en un informe.

2. Los árboles y arbustos en barranca se están descalzando, las raíces están cada vez más a flor de tierra. Los dos olmos de más de cien años que se vinieron abajo en el paseo del mismo nombre, simplemente se descalzaron. Las lluvias deslizan la tierra, lavan el suelo y las raíces quedan al descubierto.

3. Estado de desastre del monumento a la Cordialidad Internacional , siendo que los entes que debieran haber intervenido de inmediato brillan por su ausencia. No se ha dejado siquiera una valla que pueda prevenir que la gente se acerque y que los chicos y adolescentes se trepen al monumento. La intervención de la Guardia de Auxilio fue el 1 de abril. De ahí en más, ninguna intervención.

4. Espantoso estado de las esculturas. Las que quedan. Los copones del paseo central tienen averías de toda índole, algunos quebrados, otros pintados, varios robados. Las esculturas que están en el templete sobreviven gracias a que está cerrada la reja con cadena y candado. Igual han sido escritas, pintadas y mutiladas.

5. Una buena parte de la superficie del parque es un potrero polvoriento. Se juega a la pelota cualquier día y a cualquier hora, ante la vista y absoluto desinterés de quienes deben vigilar el parque. Ignoramos si esto sucede porque no pueden impedirlo, no quieren o corren algún riesgo. Los lugares donde queda césped son los preferidos para los partidos nocturnos.

6. Hace alrededor de seis meses los únicos dos baños del parque fueron clausurados, al parecer en forma definitiva porque los caños han colapsado. Es incomprensible que se sigan firmando permisos provisorios para que funcione una feria de barato que mueve todos los fines de semana más de 1.000 personas además de los paseantes habituales SIN UN SOLO BAÑO DONDE SATISFACER NECESIDADES ELEMENTALES. Los árboles y arbustos dan fe de donde se satisfacen.

7. El parque es usado a destajo para espectáculos de toda índole, donde a menudo se superponen dos, tres y más conjuntos musicales, con un nivel de decibeles delirante. Todos tienen permiso. ¿Quién se los da? Las autoridades no tienen en cuenta que frente al parque vive mucha gente que tiene la peregrina intención de dormir, estudiar o simplemente descansar en su casa.

La Asociación Civil MIRADOR DEL LEZAMA, entre cuyos miembros figuran algunos de los firmantes del Recurso de Amparo, hace suya la tarea de bregar por la recuperación de este Monumento Histórico Nacional, que supo ser un ejemplo del coleccionismo botánico, que fue el segundo parque público de la ciudad y que fue vendido al municipio a un precio testimonial con la única condición de que mantuviera sus características.

No queremos que el Parque Lezama corra la misma suerte que la plaza Salvador María del Carril. Primero fue ocupada, luego desmantelada, luego declarada terreno baldío y luego vendida a “precio vil” para construir lo que hoy conocemos como “Nuevo Mercado Retiro”. Por esta operación están procesados algunos ex funcionarios.
No importa cual será el resultado del juicio. La plaza dejó de existir.
Los que amamos el espacio único del Lezama empeñaremos todos nuestros esfuerzos en pos de que esta historia no se repita en él.


BASES Y OBJETIVOS DE LA ASOCIACIÓN

MIRADOR DEL LEZAMA

Un grupo de vecino del barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires – en su totalidad residentes cercanos al parque Lezama – han decidido constituir una asociación civil, cuyo nombre es MIRADOR DEL LEZAMA y entre sus objetivos centrales se encuentran los siguientes temas:

  1. Promover la preservación y el fomento del patrimonio histórico, artístico, social, cultural y arquitectónico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

  1. Procurar la conservación del Parque Lezama de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en su conjunto, como así también la preservación y desarrollo de su acerbo botánico, escultórico, artístico y paisajístico.

  1.  Promover emprendimientos educativos y de divulgación en relación al patrimonio histórico, artístico, social, cultural y arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires.

  1. Desarrollar tareas que favorezcan el afianzamiento del concepto social, cultural y público de las Áreas de Protección Histórica - y en particular del Casco Histórico - de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Algunos de los miembros de esta nueva organización son los vecinos que interpusieron un recurso de amparo, (hace cuatro años y con sentencia favorable de cámara) para exigir al gobierno de la ciudad que asumiera las obligaciones que le competen en el cuidado, restauración, puesta en valor y protección de este espacio público de la ciudad, que es monumento histórico nacional y que, en su momento, se constituyó en el segundo parque público de la ciudad.

El parque Lezama se encuentra en estado deplorable. Se han perdido las dos terceras partes de su acerbo botánico y el que se mantiene está en vías de extinción. Arboles más que centenarios se van cayendo mes a mes o pierden partes sustanciales de su follaje. La mayor parte de sus grupos escultóricos han sido robados, destruidos o están a merced de quien quiera llevárselos o dañarlos definitivamente. Y así con mucha de la obra que realizó Gregorio Lezama y que fue continuada años después por Carlos Thais.

MIRADOR DEL LEZAMA está presidida por Graciela Fernández – vecina destacada en la defensa del patrimonio y el espacio público del Casco Histórico – y está secundada por Ana Charrelli, secretaria general,  el arquitecto Alberto Martínez, tesorero, y – entre otros – por el arquitecto Francisco López Bustos y el fotógrafo Jorge Rama, Mirta Bogado, Juan Carlos Maugeri y César Sarmient , vecinos igualmente destacados en la defensa del patrimonio histórico y cultura de la ciudad de Buenos Aires.

CARTAS AL EX DIRECTOR DE ESPACIOS VERDES

INTRUSIONES EN EL AMBITO DEL PARQUE
26 de julio de 2009

Estimado Sr. De Alzaga:
Nuevamente me dirijo a Ud. en nombre de la asociación que presido -MIRADOR DEL LEZAMA- tal como lo hiciera el 13.7 ppdo., refiriéndome en ese caso puntual al lastimoso estado que ostenta la totalidad del patrimonio arbóreo del de ese parque.
Quiero referirme ahora, esperando de Ud. una respuesta concreta que sirva para apaciguar la inquietud vecinal, al siguiente hecho que se produce en una de sus instalaciones.
Al pie de las escalinatas contiguas al Museo Histórico Nacional hay una edificación dividida en dos cuartos que en otros tiempos sirvieron para guardar herramientas de jardinería.
Pero como desde añares el Lezama es tierra de nadie en el 2001 fue intrusado por una persona que vivió allí con su familia seis largos años y pudo ser desalojada solo con la actuación de la justicia. Esa persona pudo acreditar, en una de las visitas que el juez actuante Hugo Zuleta hizo personalmente al Lezama, su condición de empleada del GCBA exhibiendo sus recibos de sueldo y manifestando que la “casita” le había sido ofrecida por personas del gremio en vistas de su precaria situación económica (flagrante caso de un “ñoqui, ya que nadie vio nunca cumpliera tarea alguna).
Copio al respecto parte de la sentencia judicial:
1. Proceder al arreglo de la bomba hidráulica y del sistema de riego.
2. Completar el césped faltante.
3. Reparar el sistema de desagüe pluvial.
4. Disponer la apertura e higiene de los baños durante todos los días de la semana.
5. Disponer la presencia diaria de, por lo menos, dos guardianes en el Parque.
6. Rellenar con tierra el cableado eléctrico que se encuentra a la vista en el sector del "Patio de las Estatuas".
7. Reponer la arena faltante en el sector de juegos de niños, reparar las hamacas y sube y baja a fin de que se encuentren en condiciones de ser utilizadas por los infantes y ajustar las rejas que rodean tal sector.
8. Establecer un sistema de cableado eléctrico a través de postes de luz a fin de que los cables de tensión que alimentan a la feria artesanal ubicada dentro del Parque se encuentren fuera del alcance de los transeúntes y sin contacto con los árboles o suelo del lugar.
9. Asimismo, deberá cercarse el tablero eléctrico de donde surgen dichos cables.
10. Tomar las medidas necesarias y conducentes a efectos de recuperar para su uso propio la casilla de jardinería que se encuentra actualmente ocupada como vivienda por la Sra. Elvira Marcotigiano y su grupo familiar.
11. Limpiar y reacondicionar el área cercada lindante al Museo Histórico Nacional en el que se encuentra cercado el espécimen de "Ficus de la India". Para ello, deberán retirarse todos los elementos que se han introducido dentro del área cercada y tomar las previsiones del caso a fin de que el ingreso al sector sea controlado exclusivamente por personal autorizado por el Gobierno de la Ciudad, evitando su apropiación por particulares.
12. Asimismo, deberá —por medio de los organismos públicos que se estimen adecuados para la tarea— proceder a vacunar y desparasitar los gatos que habitan allí.
Destaco que esta persona vivió allí carente de agua y energía eléctrica durante esos años. Debimos acostumbrarnos a contemplar la rutina matinal del vaciado en las barrancas del parque de los recipientes que utilizaban para fines varios -agua jabonosa, orines, lavado de platos-, al enganche de cables para iluminarse, etc.
Hoy, al parecer -y digo al parecer hasta que se nos certifique que efectivamente es así- ese espacio está nuevamente ocupado, esta vez por una persona que ha obtenido “permiso” de alguien para utilizarlo como vivienda. He visto personalmente que está siendo pintado (siendo que no hay refacciones de esa índole) y varias personas que lo ven ahí continuamente aseguran que vive en forma permanente.
Seguramente es ocioso destacarle que la ocupación de cualquier espacio verde (valga como ejemplo la plazoleta Cecilia Grierson , perdida para los vecinos y sede desde hace más de 15 años de un grupo familiar que reclama una vivienda o el precio que ella signifique para desocuparla) dicen que una vez clavada la pica en Flandes es muy pero muy difícil recuperar lo cedido.
Lo hemos dicho mil veces y continuaremos repitiéndolo aunque pareciera que la nuestra es una voz en el desierto. El Lezama es MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL. La feria que todos los fines de semana lo ocupa, desde hace siete largos años, lo hace por medio de permisos que jamás podrían superar la categoría jurídica de una ley nacional. Los efectos de esa feria son bien palpables en el tremendo deterioro que sufre un espacio sometido no a uso sino a abuso, en abierta competencia con el comercio barrial -vayan como muestra las dos bicicleterías cerradas sobre la calle Defensa , que no tenían más a quien alquilar sus rodados porque más de la mitad del parque está ocupado todos los feriados y fines de semana. No tiene baños. Sus monumentos han sufrido todo tipo de deterioros y mutilaciones. Como una presa herida, el parque sirve para que cualquiera haga lo que le de la real gana, sin pena a la vista.
Encarezco su intervención para saber con veracidad, en medio del fárrago de problemas que aquejan al Lezama, si efectivamente alguien ha tomado, una vez más, sus instalaciones para cederlas como vivienda porque, caso que así fuera, solicitaremos nuevamente la intervención judicial para pedir su desalojo.
Agradezco de antemano la atención prestada a lo expuesto.
Saludos cordiales.
GRACIELA M. FERNANDEZ (en representación miembros de MIRADOR DEL LEZAMA)



INFORME SOBRE EL ESTADO DE LOS OLMOS,
13 de Julio de 2009

Tengo el agrado de dirigirme a Ud. en mi carácter de presidenta de la Asociación Civil MIRADOR DEL LEZAMA, efectos de puntualizar las graves falencias sufridas por el patrimonio arbóreo del parque del mismo nombre.
Formo parte de un grupo de vecinos que hace cinco años batalla tratando se atiendan las consecuencias de la desidia con que es tratado -a todos los niveles- un espacio verde que es MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL. Podría extenderme en las consecuencias de haber permitido lo invadiera una feria de barato que invalida su uso los fines de semana y feriados sometiéndolo no a uso sino a abuso. De la clausura al parecer definitiva de sus baños por el colapso de cañerías de muchos años. Del lastimoso estado de sus monumentos, particularmente el de la Cordialidad Internacional por el que hemos interpuesto una protesta en Defensoría de la CABA y puesto en conocimiento a la Embajada de la República del Uruguay, que fue quien la donara a nuestro país.
Pero la principal queja que motiva este mensaje es el estado de su arboleda, aquejada de plagas de todo tipo. Hace ya casi cinco años cuando el Juez Hugo Zuleta emplazó a raíz del recurso de amparo que presentamos (y ganamos, incluso después de apelaciones varias, en Cámara) a Espacios Verdes a hacer su descargo el Ing. Carlos Anaya hizo un largo y meduloso informe del estado de la misma, de donde se desprendía que necesitaba atención inmediata. Fuera de retoques cosméticos nada se hizo en profundidad para proteger árboles centenarios. Desde entonces han caído cinco árboles, entre ellos dos olmos del paseo que lleva ese nombre, una inmensa rama del ombú aledaño al Museo Histórico nacional y varios otros en distintos lugares del parque, vaya uno a saber por que causas.
En el mes de febrero envié al Ing. Anaya un mensaje alertándolo del estado en que se encuentran los olmos.



Se encuentran atacados por un insecto que se denomina vaquita del olmo (Xantogaleruca luteola).
Los adultos agujerean las hojas y las larvas se alimentan del mesófilo de las mismas adquiriendo éstas un aspecto de tul.
Hoy probablemente estén en estado de pupa.
El daño está hecho y la tendencia es la defoliación; para frenar el daño la alternativa en este momento es hacer una pulverización de las hojas y tronco con clorpirifós 48% al 1 por mil, combinado con acefato al uno por mil ó imidacloprid a 0,5 por mil.
Es una plaga que ataca todos los años a esta especie y es perfectamente evitable realizando tratamientos preventivos en tronco en primavera, a partir de la expansión foliar.
Ing.Agr. Carlos R. Anaya


Le copio su respuesta:

Por las fotos que le envío es fácil deducir que siguen en el mismo estado que hace cinco meses.
El resto de las fotos aluden a los árboles en barrancas, que se están descalzando debido al constante deslizamiento de tierra sin contención.
Esta es solo una de las numerosas causas que aquejan a lo que es un patrimonio vegetal de imposible reposición una vez que, vencido, lo vemos caer. Hemos hecho una comparación al día de hoy con el plano que Espacios Verdes confeccionó hace trece años y se ha perdido una impresionante cantidad de arbustos y árboles. Cuando en noviembre pasado la Arq. Ana María Ricciardi nos impuso del proyecto de puesta en valor creímos tocar el cielo con las manos.... pero la puesta en valor pareciera estar aún en agua de borrajas y sería muy conveniente que si algún día llega no encuentre el que fue, con mucha probabilidad, el parque más bello de Buenos Aires convertido de una buena vez en un páramo polvoriento.
Confío en su intervención.
Saludos cordiales,
Graciela Fernández

CARTA AL JEFE DE GOBIERNO, JORGE TELERMAN

Estimado Sr. Telerman:
esta es la segunda vez que me pongo en contacto con Ud. y, al igual que en la primera, el tema es el espacio emblemático del barrio de San Telmo: el parque Lezama.
Imagino Ud. conocerá sobradamente sus pesares, ya que es público que los vecinos, agotadas las instancias de entendimiento con la ahora legalizada feria "de barato" que lo invadió hace ya varios años y con los funcionarios del GCBA que entendían en el tema, acudimos a la justicia presentando un recurso de amparo del cual tenemos fallo a favor en lo que hace a la problemática del parque y parcialmente en cuanto a la feria, primero del juez Hugo Zuleta y luego de la Cámara de Apelaciones.
La Cámara falló en un todo de acuerdo con el juez hace ya SEIS MESES. Haciendo alarde de más paciencia que Job hemos esperado el cumplimiento de la sentencia, cosa que en un 70% no ha ocurrido. Una familia que vive hace seis años en la casilla de jardinería ahí continúa (seguramente esperando el más que probable subsidio). Las guardianes afectadas a su cuidado toman mate desde el primer minuto al último de su jornada laboral así haya un homicidio. El 60% del parque es tierra pelada y, donde se sembró césped y flores (barranca que da a Martín García) fue como tirar agua en el mar.
Las 1.000 personas -ó más- que en promedio asientan sus puestos en el corazón del parque instalando el llamado FERIZAMA?, comen, arman ranchadas, hacen sus necesidades en 2 BAÑOS (CUANDO NO ESTÁN CLAUSURADOS).
Cuando los domingos se desarma esa feria es un verdadero campo de Agramante, todo el contorno del parque queda sembrado de innumerables bolsas de consorcio una vez que la gente de Taymsa limpia ese chiquero. Ni hablar de que el parque está perdido para el vecino común los fines de semana, que es cuando quiere disfrutar de él.
El parque no está incluído en actividad cultural alguna como el resto de los demás espacios públicos, ignoramos porqué motivo. Eso sí, FERIZAMA presenta sus espectáculos a discreción hasta la hora que les acomoda.
Todo esto ya ha sido dicho hasta el cansancio en todos los medios de comunicación, destacando la absoluta indefensión del vecino que ve sacralizada la idea de que basta ser pobre (como si nosotros fuéramos terratenientes) para poder intrusar un lugar, quedarse en él, prepotear que de AQUÍ NO SALIMOS MÁS y, más aún, ver que el GCBA asiente complaciente a ese estado de cosas. Y esto viene a cuento de haber leído un lindo folleto editado por la DIRECCIÓN GRAL. DE DEFENSA Y PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR-FERIAS Y PASEOS, que reza textualmente "encontramos en estas ferias la esencia cosmopolita que ha caracterizado a la urbe porteña con sus pinceladas europeas y americanas componiendo un espacio que va rearticulándose y generando nuevos atractivos " "se han transformado en una verdadera atracción que ningún habitante o visitante de la ciudad puede dejar de disfrutar."
Lo invito a conocer el panorama que deja en el parque ese "atractivo turístico", donde solo faltan los chanchos, el chiquero ya queda. Como muestra, un botón : todas las flores que se plantaron sobre Martín García en la apertura del Palacio Lezama fueron al poco tiempo canchas de fútbol. Las gigantografías que mostraban escenas del Bs.As. antiguo sirvieron como frontones y fueron luego destruídas y tiradas.
Este es año electoral. Y los vecinos de San Telmo nos acordaremos de hechos como los enunciados (entre otros) a la hora de emitir voto. Por de pronto, ya tenemos juntadas 5.000 firmas que avalan que no para todo el vecindario "constituye una verdadera atracción turística" sino una forma de depredar un espacio histórico caratulado APH1, por el que debieran haber velado los mismos funcionarios que permitieron postrarlo.
Atentamente,

Graciela M. Fernández
C.I. 13.879.164

PARQUE LEZAMA. KM 0., Martes 13 de enero de 2009

PUESTA EN VALOR

BAÑOS EN EL PARQUE

RECLAMOS POR LOS BAÑOS EN EL PARQUE

RECLAMO POR LA INSTALACIÓN DE BAÑOS QUÍMICOS
RECLAMOSGOBIERNO DE LA CIUDAD
1) 0800-999-2727 EN ESTE N° AL PRINCIPIO Y DESDE EL MARTES SE NIEGAN A ATENDER Y DICEN QUE SÓLO PUEDEN ACEPTAR RECLAMOS POR HIGIENE DE LOS BAÑOS.
2) TRAS INSISTIR ACEPTAN TOMAR EL RECLAMO POR HIGIENE, CONTAMINACIÓN VISUAL, HABILITACIÓN DE LOS BAÑOS Y RELOCALIZACIÓN DE LOS 20 BAÑOS ACTUALES QUE DAN A LA ESQUINA DE LA AV. MARTÍN GARCÍA Y CALLE DEFENSA ENTRE EL 1700 Y EL 1800 (SI PIDEN HAY QUE DAR UN N° )
3) LA PRIMERA EXCUSA QUE USAN ES HAY QUE HACER LA DENUNCIA AL C.G.P. CON UN PETITORIO FIRMADO POR LOS VECINOS Y QUE TOME ESTADO PÚBLICO.
4) QUE NO TIENEN HABILITADO EL SISTEMA PARA TOMAR RECLAMOS POR 20 BAÑOS QUÍMICOS (NO FUNCIONAN, NI LOS LIMPIAN) COLOCADOS EN LA ESQUINA DE AV. MARTÍN GARCÍA Y LA CALLE DEFENSA, AUNQUE DEN A LA VÍA PÚBLICA.
5) NO LES INTERESA QUE PROPICIEN INSEGURIDAD, ARRUINEN LA VISTA Y PAISAJE DEL PARQUE, ALEJÁNDOLO DE SU PROPÓSITO, MIENTRAS QUE EL PASEO “EL ROSEDAL” LO REINAUGURAN. TAMPOCO LES INTERESA EL FOCO DE INFECCIÓN QUE CONSTITUYEN POR LA FALTA DE LIMPIEZA Y CUIDADO.
6) TODO POR NO HABILITAR LOS BAÑOS, ACTUALMENTE CLAUSURADOS QUE SI TIENEN CUIDADORES. ¿NO ES MÁS ECONÓMICO HABILITARLOS Y HACER LOS ARREGLOS QUE HAYA QUE HACER A ALQUILAR ESTOS RETRETES. POR MÁS FERIA DE VENTAS DE VARIOS QUE HABILITADA O NO FUNCIONA LOS FINES DE SEMANA.

FALLO JUDICIAL AL RECURSO DE AMPARO

05/01/2006
Un fallo de la justicia obliga al Gobierno de la Ciudad a mantener en condiciones el Parque Lezama

Hace lugar al amparo solicitado por vecinos del lugar, pero desestima el pedido de desactivar la feria artesanal de 270 puestos que los fines de semana se instala en sus alrededores. La lista de tareas encomendadas al GCBA incluyen disposiciones relacionadas con la higiene y seguridad del parque e incluye restricciones y facilidades en el desarrollo de la feria.

 
El FALLO

" FERNANDEZ GRACIELA M Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE AMPARO (ART. 14 CCABA)" , EXPTE: EXP 16839 / 0 Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de diciembre de 2005. Y VISTOS; CONSIDERANDO: A fs.130/151 los actores, identificados a fs.155 y domiciliados en las inmediaciones del Parque Lezama, inician la presente acción de amparo contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a los efectos de que se "condene al a demandada al reestablecimiento de las condiciones de salubridad, higiene, disponibilidad para los vecinos del Parque Lezama y zonas aledañas".
Al detallar los hechos en los que originan su presentación, destacan —entro otras circunstancias— que:
El parque se encuentra en estado de abandono e insalubridad, lo que provoca la imposibilidad de su uso. La vegetación se encuentra descuidada, con faltante de pasto y los árboles en malas condiciones de preservación. La situación involucra a la totalidad de su superficie, como así también a las calles que lo circundan en las que —manifiestan— se instaló durante, los fines de semana y feriados, un mercado que, en determinadas zonas, llega a ocupar las veredas y las puertas de entradas de las casas. En este sentido, explican que los puesteros se ubican a no más de cincuenta centímetros de las puertas de acceso a las viviendas de la cuadra dificultando su utilización, ingreso y egreso.
En relación con las condiciones de limpieza, señalan que es deficiente y advierten que, si se tiene en cuenta que la feria comprende alrededor de setecientos puestos, la ausencia de baños químicos genera un cuadro antihigiénico.
La zona lindante al Museo Histórico Nacional se halla plagada de gatos. Efectúan diversas reseñas en torno a las características de patrimonio histórico que caracteriza al espacio en cuestión. A fin de acreditar sus dichos, citan diversas notas e informes cursados a distintas dependencias de la administración en los que se requiere: mayor eficiencia en el servicio de limpieza, el retiro de los cajones y elementos donde se cobijan los gatos y la reparación del sistema de riego (pérdidas y funcionamiento). Luego, consignan diversas publicaciones periodísticas referidas al tema planteado. Acompañan fotografías, ofrecen prueba y fundan su derecho —de manera genérica— en lo dispuesto por la Constitución Nacional , el Código de Convivencia, la ley de amparo y normas concordantes. Luego del requerimiento efectuado por el tribunal, a fs.172/174 los actores precisan con mayor detalle lo requerido.
En este sentido, exponen que su demanda tiende a que: se prohíba la instalación de cualquier feria en el Parque Lezama, se lo reacondicione incluyendo su flora y fauna, se recupere el casco histórico de Buenos Aires (Museo Histórico Nacional), se recategorice la zona mediante el cumplimiento de las normas de sanidad y de salubridad, se mantenga el espacio en un buen estado de conservación que permita a los vecinos del lugar —y a quien lo desee— utilizarlo para los fines para los que fue creado y se garantice la seguridad y el libre tránsito.
A fs.238/246 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mediante su representante, produce el informe previsto en el artículo 8 de la ley 16.986, oportunamente requerido.
En primer lugar, efectúa las negativas de rigor. Seguidamente, sostiene la improcedencia formal y material del amparo instaurado en su contra. Los motivos que esgrime a tales fines se relacionan con la falta de individualización de su objeto, la inexistencia de legitimación de los actores, la extemporaneidad de la acción y la ausencia de los requisitos exigidos por la jurisprudencia local para la procedencia del denominado "amparo por omisión".
En referencia a este último punto, advierte que la parte actora no indica cuál es la norma incumplida por el Gobierno de la Ciudad. Respecto del fondo de la temática planteada, aduce que la instalación de la feria denunciada se encuentra autorizada por la administración y acompaña documentación con el objeto de sustentarlo.
Destaca que no existe falta de cuidado fitosanitario que se encuentre acreditado fehacientemente y que la elucidación de los hechos alegados por los actores requieren una amplia actividad probatoria, extremo que torna inviable el amparo.
En este sentido, declara que "no estamos frente a un caso de invalidez notoria, patente, manifiesta de los actos impugnados como lo exigen los artículos 43 CN y 14 CCABA" (fs.242 vta.). Entiende que los actores carecen de derecho a interponer la acción por "no existir garantías y/o derechos constitucionales que han sido afectados por medida alguna" (fs.244 vta.).
III — A fs.251, el Tribunal ordena la realización de una serie de pruebas, entre las que se dispone el reconocimiento judicial de la zona de marras. Cumplido ello, y en atención a las circunstancias verificadas en el acta labrada en tal oportunidad, a fs.267 dispone el libramiento de oficios a dependencias administrativas a fin de completar la información necesaria para resolver estos autos.
IV— En primer término, corresponde analizar la concurrencia de los requisitos formales para la procedencia de la acción entablada. A tales efectos, cabe memorar que el artículo 14 de la Constitución local, dispone que "Toda persona puede ejercer acción expedita, rápida y gratuita de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la Constitución Nacional , los tratados internacionales, las leyes de la Nación, la presente Constitución , las leyes dictadas en su consecuencia y los tratados interjurisdiccionales en los que la Ciudad sea parte".
Asimismo, en cuanto a quiénes se encuentran facultados para iniciarla, establece que "están legitimados para interponerla cualquier habitante y las personas jurídicas defensoras de derechos o intereses colectivos, cuando la acción se ejerza contra alguna forma de discriminación, o en los casos en que se vean afectados derechos o intereses colectivos, como la protección del ambiente, del trabajo y la seguridad social, del patrimonio cultural e histórico de la Ciudad...".
De acuerdo con lo expuesto, resulta claro que los actores poseen la facultad, otorgada constitucionalmente, para presentarse de mediante la acción aquí bajo estudio. Ello por cuanto, se han declarado habitantes de esta Ciudad y denunciaron sus domicilios a tales efectos, circunstancia que no ha sido desconocida por la demandada y, por lo tanto, cabe tener por cierta.
Asimismo, lo pretendido se encuentra relacionado con una omisión por parte de las autoridades administrativas consistente —de manera sintética— en la falta de mantenimiento del Parque Lezama en condiciones adecuadas de seguridad e higiene. Aquí, es preciso poner de manifiesto que la requisitoria de la parte actora no se encuentra dirigida a impugnar una omisión por parte del gobierno relacionada con ausencia legislativa alguna. En otras palabras, los amparistas no pretenden que la demandada cumpla con alguna norma respecto de la cual sea necesario desentrañar su naturaleza —programática u operativa— sino, simplemente, lo que persiguen es la puesta en condiciones adecuadas de un espacio público cuya administración y mantenimiento se encuentra a cargo de la administración central.
Por otra parte, en cuanto a la extemporaneidad de la acción, denunciada por la accionada, debe repararse que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad —al considerar que el término para accionar por la vía del amparo— ha dicho que el lapso previsto en el artículo 2, inc. e) de la Ley 16.986 resulta aplicable en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, en la medida que exista una pauta temporal para empezar a computar el plazo (TSJ de la CBA, in re "Vera, Miguel Angel c/ GCBA s/ recurso de queja", del 4 de mayo de 2001, en especial voto de los Dres. Muñoz, Conde y Maier).
A igual conclusión ha arribado la Sala II del fuero, al señalar que, hasta tanto el Poder legislativo de la Ciudad se expida al respecto, continúa vigente la Ley 16.986 (Sala II, in rebus "Diyon S.A. c/ GCBA s/ amparo", del 16 de noviembre de 2000 y "Bernardello, Edgardo Tisiano Luis c/ GCBA s/ amparo", del 26 de diciembre de 2000).
Ahora bien, de acuerdo con las características del caso bajo estudio, el daño que se presenta es de renovación constante. Ello porque no nos enfrentamos a la impugnación de un acto determinado sino que de lo que aquí se trata es de una omisión por parte de las autoridades locales en su obligación de cuidado y preservación del espacio público a su cargo. De tal modo, no es posible contabilizar un plazo desde el cual se hubiese comenzado a sufrir el daño denunciado. Máxime, si se tiene en cuenta que, tratándose de una cuestión que involucra el deterioro progresivo de un parque, no es posible identificar un día específico en el que el daño se configurara. Cabe tener presente que, cuando se acciona contra una omisión lesiva que se prolonga en el tiempo, no es posible dilucidar con certeza a partir de qué momento habría de computarse el plazo de caducidad.
Por otro lado, no procede el cómputo cuando, como en el caso, existe continuidad en la lesión, debiendo decidirse, en caso de duda, a favor de la subsistencia de la acción. En ese sentido, se ha sostenido que el artículo 2º, inciso e), de la ley de amparo no es un escollo insalvable cuando con la acción incoada se enjuicia una ilegalidad continuada originada tiempo antes de recurrir a la justicia, pero mantenida al momento de accionar y también en el tiempo siguiente (conf. Díaz, Silvia Adriana, Acción de Amparo, Bs. As., ed. La Ley, 2001, pp. 149/150, y jurisprudencia que cita).
La circunstancia de que algunos de los actores cursaran notas a la administración no habilita a considerar a tales fechas como dadoras de una pauta a fin de computar el plazo del artículo 2, inciso f), como lo pretende la demandada. Finalmente , en relación con la idoneidad de la vía elegida y la necesidad de actividad probatoria, debe tenerse presente que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene sentada doctrina en cuanto a que la utilización de esta acción se halla reservada a "...delicadas y extremas situaciones en que por carencia de medios aptos peligra la salvaguardia de derechos fundamentales, requiriendo para su apertura circunstancias de muy definida excepción..." (Fallos: 301:1016).
En este sentido, ha sostenido el Alto Tribunal que "...constituye presupuesto inexcusable de la viabilidad del amparo la inexistencia de otras vías legales todas ellas aptas para la protección del derecho que se asegura conculcado, o que la remisión a ellas produzca un agravio serio o irreparable al interesado, pudiendo decretarse su improcedencia aun cuando se invoquen eventuales dilaciones inherentes a su trámite..." (Fallos: 252:253; 249:565; 268:104; 240:176 y 295:35). Sin embargo, tal criterio restrictivo ha sido atemperado en otros precedentes del mismo Tribunal, donde se consideró que si al momento de dictar sentencia se puede resolver si las conductas impugnadas resultan o no manifiestamente ilegales, el juicio de amparo es el marco adecuado para instrumentar el correspondiente debate. Impedir ese examen y dilatar la decisión sobre temas sustanciales, invocando inexistentes o inválidas restricciones procesales —ha afirmado—, implica contrariar las disposiciones legales del juicio de amparo (CSJN in rebus "Peralta", del 2/12/90, y "Video Club Dreams", del 6/7/95).
También se ha decidido que corresponde admitir el amparo cuando un proceso ordinario resultaría inoperante y la cuestión central a dilucidar no requiere de una mayor amplitud de debate y prueba (C.N.C.A.F., Sala I, in re "Maestre", del 25/2/99). En el orden de la jurisprudencia local, de acuerdo con lo sostenido por el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, se ha señalado que el amparo es "un instituto destinado a otorgar garantía efectiva a derechos constitucionales, que no debe ser interpretado con carácter restrictivo" (T.S.J.C.A.B.A. in re "Spisso, Rodolfo R. c/ GCBA s/ amparo (art. 14 CCABA)", Expte. 1/10). En igual sentido se ha expresado la Sala I de la Cámara del Fuero al sostener que "la acción de amparo constituye una garantía constitucional otorgada a los particulares para tutelar de manera rápida y eficaz sus derechos, y, por lo tanto, su procedencia debe ser analizada con criterio amplio, conclusión que se ve corroborada, en el ámbito local, por la disposición contenida en el cuarto párrafo del artículo 14 de la Constitución de la Ciudad, según el cual el procedimiento de amparo está desprovisto de formalidades que afecten su operatividad" (C.A.C.A. y T.C.A.B.A., Sala I, in re "Asesoría Tutelar Justicia Contencioso Administrativo y Tributario de la C.A.B.A. c/ G.C.B.A. s/ Amparo" del 1/6/ 2001, Sentencia Nº 130).
De conformidad con tales criterios, la acción intentada resulta adecuada y debe ser admitida. Por último, debe considerarse que —en estas actuaciones— las pruebas rendidas resultan suficientes a fin de elucidar la cuestión de fondo planteada.
Por ello, también corresponde afirmar que —desde tal perspectiva— la acción de amparo resulta idónea como vía procesal. De acuerdo con lo que expuesto, no existen en autos reparos a la procedencia formal de la acción intentada.
V— Sentado lo precedente, corresponde ingresar en el estudio de la cuestión de fondo pretendida.
Como primera medida, cabe destacar que, entre otras disposiciones, la Carta Magna local, establece que:
a) El ambiente es patrimonio común. Toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente sano (artículo 26)
b) La Ciudad desarrolla en forma indelegable una política de planeamiento y gestión del ambiente urbano integrada a las políticas de desarrollo económico, social y cultural, que contemple su inserción en el área metropolitana. Instrumenta un proceso de ordenamiento territorial y ambiental participativo y permanente que promueve: (...) La protección e incremento de los espacios públicos de acceso libre y gratuito, en particular la recuperación de las áreas costeras, y garantiza su uso común (...) La preservación e incremento de los espacios verdes, las áreas forestadas y parquizadas, parques naturales y zonas de reserva ecológica, y la preservación de su diversidad biológica. (artículo 27, incisos 3 y 4, el destacado es propio). Por otra parte, al regular las funciones del Jefe de Gobierno, estipula —entre sus facultades, atribuciones y deberes— que: Administra los bienes que integran el patrimonio de la Ciudad, de conformidad con las leyes (artículo 104, inciso 24) Preserva, restaura y mejora el ambiente, los procesos ecológicos esenciales y los recursos naturales, reduciendo la degradación y contaminación que los afecten, en un marco de distribución equitativa (artículo 104, inciso 27) Dispone las medidas necesarias para el cumplimiento de las normas de higiene, seguridad y orden público (artículo 105, inciso 5) Cabe señalar que, a fin de cumplir con tales mandatos, no resulta necesaria regulación legislativa adicional a la contenida en la propia Constitución de la Ciudad, puesto que ésta dota a la administración central de los medios necesarios para la consecución de tales fines. Ello por cuanto, administra los recursos económicos de la ciudad y posee el poder de policía, características definitorias —justamente— del Poder Ejecutivo. De tales extremos se verifica la obligación por parte del órgano estatal de mantener en condiciones las áreas en las que se emplazan los parques públicos, como así también, el correlativo derecho de la ciudadanía a exigir —por medios como el aquí intentado— su cumplimiento frente a su inobservancia.
VI— Establecido el marco jurídico, corresponde relevar la prueba rendida en autos a fin de determinar si los hechos invocados resultan acreditados.
En relación con las condiciones en las que se encuentra el Parque Lezama, encuentro oportuno remitirme —en honor a la brevedad— al escenario detallado en el acta que luce a fs.255/261, en la que este Tribunal ha dejado constancia del aspecto del predio y sus alrededores.
Conforme lo allí expuesto, es claro el estado de abandono del predio. Basta memorar a tal fin, que los juegos no están en condiciones de uso, que existe faltante de césped en varios sectores, que la zona en la que se emplaza el árbol de la especie "ficus de la India" se encuentra impedida del acceso del personal a cargo del cuidado del parque en atención a que individuos, no identificados, han procedido a cercarlo con un candado —con la consecuente imposibilidad de ingreso para el resto— creando, de esta manera, un sitio privado a fin de alimentar felinos en un lugar público.
Asimismo, se ha verificado la falta de funcionamiento del sistema de riego, las restricciones al uso de las veredas que provienen de la instalación de la feria, la ocupación —como vivienda— de la casilla de jardinería por parte de una empleada del Gobierno de la Ciudad que, tal como ésta lo reconoce no reúne las mínimas condiciones de habitabilidad (ver informe de la Directora General de Espacios Verdes de fs.322), la ausencia de disposición diaria de los sanitarios del parque y la existencia de cables de electricidad al alcance de los asistentes al lugar.
Todas estas deficiencias —que involucran serios peligros para la seguridad e integridad física de los transeúntes y empleados del predio— configuran una flagrante omisión por parte del poder centralizado a las obligaciones que posee. Por ello, resulta imperiosa la necesidad de adoptar las siguientes medidas a los efectos de garantizar su buen estado y la seguridad de las personas que lo utilizan:Proceder al arreglo de la bomba hidráulica y del sistema de riego.
Completar el césped faltante.
Reparar el sistema de desagüe pluvial.
Disponer la apertura e higiene de los baños durante todos los días de la semana.
Disponer la presencia diaria de, por lo menos, dos guardianes en el Parque.
Rellenar con tierra el cableado eléctrico que se encuentra a la vista en el sector del "Patio de las Estatuas".
Reponer la arena faltante en el sector de juegos de niños, reparar las hamacas y sube y baja a fin de que se encuentren en condiciones de ser utilizadas por los infantes y ajustar las rejas que rodean tal sector.
Establecer un sistema de cableado eléctrico a través de postes de luz a fin de que los cables de tensión que alimentan a la feria artesanal ubicada dentro del Parque se encuentren fuera del alcance de los transeúntes y sin contacto con los árboles o suelo del lugar.
Asimismo, deberá cercarse el tablero eléctrico de donde surgen dichos cables.
Tomar las medidas necesarias y conducentes a efectos de recuperar para su uso propio la casilla de jardinería que se encuentra actualmente ocupada como vivienda por la Sra. Elvira Marcotigiano y su grupo familiar.
Limpiar y reacondicionar el área cercada lindante al Museo Histórico Nacional en el que se encuentra cercado el espécimen de "Ficus de la India". Para ello, deberán retirarse todos los elementos que se han introducido dentro del área cercada y tomar las previsiones del caso a fin de que el ingreso al sector sea controlado exclusivamente por personal autorizado por el Gobierno de la Ciudad, evitando su apropiación por particulares.
Asimismo, deberá —por medio de los organismos públicos que se estimen adecuados para la tarea— proceder a vacunar y desparasitar los gatos que habitan allí.
VII— Con respecto a la petición de los amparistas referida a la remoción de la feria o mercado que se desempeña en las calles circundantes, cabe precisar que —de las constancias de autos— surge que su instalación ha sido autorizada por la administración.
En efecto, de la prueba documental adjuntada y de las contestaciones de los oficios librados, se verifica que por medio de la Resolución 1083/SSMAMB/2005 se autorizó el emplazamiento de 540 distribuidos de la siguiente manera: 65 sobre la Avda. Paseo Colón , 170 sobre Brasil y Balcarce (en conjunto) y 210 sobre la Avda. Martín García (vide fs.219/220 y 222/225).
Asimismo, a fs.293/296 luce copia de la Disposición 023—UPEFC—03, por medio de la cual se dispuso el establecimiento de 270 puestos en la Feria Artesanal que se sitúa en el Parque. En este punto es preciso poner de resalto que los actores no han impugnado la legitimidad de los actos administrativos mencionados. Por ello, su examen se encuentra vedado y el alojamiento de los puestos citados debe ser mantenido.
Por lo demás, los actores no han denunciado, ni se acreditó, que las actividades se lleven a cabo fuera de los días y horarios previstos por la normativa que resulta de aplicación, es decir, sábados, domingos y feriados (conf. Ordenanza 46.075 para la feria artesanal en funcionamiento dentro del parque, de 10 a 22 hs., y convenio de tenencia precaria —fs.216/218— para el caso de los puestos sobre las calles citadas, de 10 a 20 hs.).
Si bien los actores han denunciado molestias en horas de la madrugada en razón de la preparación de los puestos, no han arrimado pruebas de las cuales se verifique tal situación. Sin perjuicio de ello, de acuerdo con lo apreciado en el reconocimiento judicial efectuado, es menester determinar que la ubicación de los sitios en los que los comerciantes desarrollan su actividad debe adecuarse a ciertas condiciones, de manera tal que no interfieran con la entrada y salida de las propiedades particulares que se encuentran en las calles en las que éstos se emplazan. Asimismo, se encuentra verificado en autos que los feriantes interrumpen el tránsito vehicular sobre la calle Balcarce —con la consecuente imposibilidad de uso de los automóviles, particularmente, para aquéllos propietarios que poseen garajes sobre la cuadra— y que el espacio de las veredas, tanto las del Parque como las de enfrente a éste, se ve reducido de modo que obstaculiza el libre paso de los transeúntes. Correlativamente, no surge que se hubiese dispuesto restricción administrativa alguna a la circulación que autorice las irregularidades apuntadas. De acuerdo con lo expuesto, el Gobierno de la Ciudad deberá tomar las medidas necesarias a fin de que la ubicación de los puestos:
Permita el tránsito normal de vehículos por la calle Balcarce.
Despeje las entradas a los inmuebles ubicados en tal arteria.
No obstaculice el tránsito de personas por las veredas en las que se encuentran, para lo cual, deberá dejarse un espacio de por los menos un metro entre el puesto y el cordón de la vereda, extensión tiene en miras de posibilitar la eventual circulación de personas discapacitadas que se movilizan en sillas de rueda.
Asimismo, a fin de preservar la higiene de las inmediaciones, los días y horarios en los que tiene lugar la feria, deberá distribuir veinte (20) baños químicos en el perímetro del parque.
VIII— Finalmente, debe dejarse sentado que no corresponde a este Tribunal expedirse respecto de la recuperación del casco histórico de Buenos Aires y, en especial, en lo referente al Museo Histórico Nacional. Ello así, puesto que, en lo atinente al Museo, su administración no corresponde a la jurisdicción local.
En cuanto al llamado " casco histórico ", tampoco es competencia de esta magistratura pronunciarse sobre la futura prohibición de otras ferias, ni acerca de la recategorización de la zona o el alcance de los planes administrativos referidos a la promoción del área en cuestión; tales temáticas resultan de exclusivo conocimiento y decisión de los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
En ese sentido, cuadra recordar que desde antiguo se ha sostenido que la misión más delicada que compete al Poder Judicial es la de saber mantenerse dentro de la órbita de su jurisdicción, sin menoscabar las funciones que incumben a los otros poderes o jurisdicciones, toda vez que es el judicial el llamado por la ley para sostener la observancia de la Constitución Nacional , y de ahí que un avance de este poder en desmedro de las facultades de los demás revestiría la mayor gravedad para la armonía constitucional y el orden público (Fallos: 155:248; 311:2580).
Por las razones que anteceden, FALLO: Haciendo lugar parcialmente a la acción de amparo impetrada —con los alcances establecidos en los considerandos VI y VII de la presente— y, en consecuencia, ordenando al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, en el plazo de noventa (90) días, dé cumplimiento a las medidas allí dispuestas. En atención a la manera en la que se resuelve, imponiendo el setenta por ciento (70%) de las costas al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el resto por su orden (conf. art.14 CCABA). Regístrese y notifíquese.

Juez Hugo Ricardo Zuleta
Juzgado 1019
Fuero Contencioso Administrativo y Tributario



EMBARGO DEL SUELDO DEL JEFE DE GOBIERNO

Orden de embargo sobre el sueldo del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, dictada por el juez Hugo Ricardo Zuleta, a cargo del Juzgado Contencioso y Administrativo nº 10, donde se tramitó el Recurso de Amparo en favor de la puesta en valor del Parque Lezama. La sanción corresponde a la multa diaria, impuesta por el juzgado, por incumplimiento de la sentencia.